El sentimiento de estar enamorado provoca pérdida de apetito, los nervios causados durante los períodos de exámenes pueden provocar enfermedades digestivas… Nuestro estado de ánimo está directamente relacionado con nuestro sistema digestivo en múltiples situaciones. Los alimentos y emociones van de la mano. Intestino, nutrición y potencia cerebral son tres conceptos que cada vez están más relacionados. Una nutrición adecuada mantiene el equilibrio entre las diferentes bacterias beneficiosas que viven en nuestros intestinos, brindándonos no solo nutrientes como ciertas vitaminas, sino también mediadores neuroquímicos capaces de influir en nuestro estado de ánimo y nuestro comportamiento.
Alimentos y emociones, lo que necesitas saber.
Según nuestros hábitos alimentarios favoreceremos el crecimiento de unas u otras bacterias, y condicionaremos nuestras emociones. Actualmente al intestino se le conoce como “el segundo cerebro”. Aquí es donde se sintetizan muchas hormonas y neurotransmisores que influyen en diferentes áreas del cerebro estimulando emociones y sentimientos.
Un intestino intoxicado no produce la cantidad necesaria de serotonina y acabamos sintiéndonos tristes o incluso deprimidos. Una nueva investigación señala que mucho de lo que nos hace humanos está directamente relacionado con la actividad microbiana, incluso comienza a relacionarse con el carácter: los niños más extrovertidos manejan la hormona del estrés de diferente manera que los niños introvertidos, viendo involucrada la flora intestinal.
Los neurotransmisores dopamina, óxido nítrico y GABA son sintetizados por bacterias beneficiosas específicas en el intestino, como la serotonina (hormona responsable de la sensación de bienestar). Estas neurohormonas son responsables de regular la transmisión sensorial que nos hace pensar, sentir y actuar de la forma en que lo hacemos.
Un momento triste puede convertirse para muchos en una conducta compulsiva hacia ciertos alimentos, especialmente los grasos y ricos en carbohidratos, porque liberan rápidamente ciertas hormonas y mediadores que inducen sentimientos de bienestar y felicidad momentáneamente, sin embargo es un momento que desaparece momentos después.
Para mantener nuestras emociones positivas y un estado de ánimo alegre son necesarias bacterias como Lactobacillus y Bifidobacterium, ambas relacionadas con la síntesis de neuroquímicos asociados a la felicidad.
