Nutrir e hidratar piel y mucosas es de vital importancia para mantener una piel sana y bonita. En otras ocasiones hemos mencionado que una de las cosas imprescindibles en todas las rutinas de belleza es limpiar la piel correctamente, pues bien, la segunda cosa que nunca deberíamos saltarnos es nutrir e hidratar nuestra piel.
Desde hace un tiempo que la palabra nutricosmética forma parte de nuestro imaginario y cada vez tiene más adeptos. La nutricosmética nos permite cuidarnos desde el interior hacia el exterior, entendiendo la salud y el bienestar como algo holístico y que nace desde dentro.
Dentro de este contexto hemos hablado con Luisa Varela, farmacéutica y responsable de I+D+I de Vitae, para que nos explique cómo podemos nutrir e hidratar nuestra piel y mucosas desde el interior.
La gran mayoría de nosotros, seguramente, tenemos claro qué es la piel, pero ¿qué son las mucosas?
Las mucosas constituyen el revestimiento interior húmedo, en forma de membrana, de algunos órganos y cavidades del cuerpo humano, que están en contacto con el exterior (nariz, boca, ojos, estómago, intestino, pulmones, vagina, ..). Las mucosas presentan funciones de protección, de secreción y absorción de agua y otros elementos, al igual que la piel.
¿Por qué se resecan las mucosas? ¿Y la piel?
Las mucosas presentan funciones de protección, de secreción y absorción de agua y otros elementos, al igual que la piel. La sequedad puede producirse por un déficit nutricional sobre todo de falta de ingesta de agua, determinadas grasas y carencia de algunas vitaminas. También puede deberse a factores ambientales como el frío o el calor intensos, como efecto colateral de algunas enfermedades como la diabetes, efecto secundario de algunos medicamentos o debido a determinados cambios hormonales, por exposición a contaminación o a altos niveles de estrés.
¿Diría que es absolutamente imprescindible nutrir e hidratar piel y mucosas a diario?
Las mucosas segregan una substancia viscosa, en forma de moco, que las mantiene húmedas. Este gel espeso contiene unas substancias antibióticas naturales, que protegen frente a los patógenos (virus, bacterias, hongos,..).
Si no nutrimos e hidratamos las mucosas a diario, no sólo vamos a contribuir a la sequedad de la piel y mucosas, sino que además vamos a facilitar la infección por entrada de agentes patógenos, ya que la cantidad y calidad del moco no será suficiente y estaremos más desprotegidos.
¿Hay algunas personas más propensas a sufrir sequedad de piel y mucosas?
Sí. Las personas con la piel muy seca, con piel atópica o hipersensible tienen más predisposición a sufrir sequedad de piel y mucosas. También hay determinadas enfermedades que lo provocan: síndrome de Sjögren, diabetes, tiroidismo, enfermedad renal crónica .. y determinados tratamientos crónicos como los antidepresivos o antihistamínicos, además de determinadas situaciones en que puede darse un desequilibrio hormonal como embarazo, menopausia o cuando cursan determinados tipos de cáncer.
¿Cómo podemos hidratarnos desde el interior?
Además de hidratarnos tópicamente, con cremas y geles específicos, nuestras mucosas y las capas más internas de nuestra piel necesitan una correcta hidratación interior. Para ello necesitamos asegurar una correcta ingesta de agua e incorporar en nuestra dieta una aportación correcta de ácidos grasos insaturados, incluyendo omega 3, 6, 9 y 7, además de determinadas vitaminas, que aportarán hidratación y nutrición antioxidante.
¿Cuál diría que es el ingrediente estrella para mantener la salud de piel y mucosas?
Sin duda primero una correcta ingesta de agua y después el aceite de espino amarillo para nutrir, hidratar y reparar piel y mucosas. Dentro de los aceites de elección por su composición en ácidos grasos, destacamos el aceite de espino amarillo que es rico en omega 3, 6, 9 y especialmente en omega 7, también conocido como ácido palmitoleico, que juega un papel esencial en la nutrición, hidratación y reparación de los tejidos y mucosas. Este aceite es además muy rico en antioxidantes (vitamina E, Licopeno, B-caroteno, vitamina C, Ácido Fólico y Flavonoides).
¿Para quién estaría recomendada la nutricosmética?
Para cualquier persona que desea cuidarse y especialmente para aquellas personas que tienen unas necesidades de hidratación de piel y mucosas adicionales: pieles muy secas y atópicas, personas con alta exposición al sol, al frío o a contaminantes, personas con patologías inflamatorias como síndrome de Sjögren, diabetes, tiroidismo, enfermedad renal crónica .. y/o con determinados tratamientos crónicos como los antidepresivos o antihistamínicos o tratamientos oncológicos. También sería recomendable en determinadas situaciones en que exista un desequilibrio hormonal como embarazo o menopausia.