Todos conocemos a la COVID-19, ya que apareció en nuestras vidas y empezó a convivir con nosotros hace ya tres años. Una de las cosas que este virus ha provocado, a algunas personas que lo han padecido, es el cansancio, un agotamiento constante que dificulta realizar aquellas actividades que antes de la COVID podías hacer sin problema alguno.
Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) indican que el cansancio es una de las consecuencias más comunes después de haber padecido la COVID. A las personas que lo padecen les impide recuperar su estado vital previo al virus. No se alivia con el hecho de descansar bien, comer lo suficiente o llevar una vida relajada, es por ello que provoca mucha angustia en estas personas, ya que limita su calidad de vida.
El término “long covid” consiste en la persistencia de síntomas de COVID-19 semanas o meses después de haberse contagiado. El plazo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de tres meses posteriores al contagio del virus.
La aparición de síntomas persistentes no solo ocurre en personas mayores con afecciones médicas graves, sino que incluso en jóvenes o personas sanas. Algunos de los síntomas comunes que persisten con el tiempo son:
- Fatiga
- Falta de aire o dificultad para respirar
- Tos
- Dolor articular
- Dolor en el pecho
- Problemas de memoria, de concentración o para dormir
- Dolor muscular o de cabeza
- Latidos rápidos o palpitaciones
- Pérdida del olfato o del gusto
- Depresión o ansiedad
- Fiebre
- Mareos al ponerte de pie
- Empeoramiento de los síntomas después de hacer ejercicio físico o mental
- Resistencia o intolerancia al ejercicio físico (incluso leve)
Después de haberse realizado varios estudios en diferentes países, todos coinciden en lo mismo, los síntomas más frecuentes a largo plazo son la fatiga y los dolores musculares. Otro de los síntomas que a menudo aparecen son la falta de memoria y/o dificultad para concentrarse, pérdida de atención y dificultad para dormir.
Un estudio publicado en la revista científica JAMA aborda la recuperación de 143 pacientes graves ingresados en un hospital en Italia. Al cabo de dos meses, el 87% seguía teniendo algunos síntomas. Los más frecuentes eran fatiga (53.1%), disnea o sensación de falta de aire (43.4%), dolor en las articulaciones (27.3%) y dolor en el pecho (21.7%).
Qué te ayudará a conseguir ReConnect
ReConnect es un complemento alimenticio avalado científicamente con estudios realizados en pacientes con Síndrome de Fatiga Crónica en el Hospital Universitario Vall d’Hebron y consigue que sea posible mejorar el funcionamiento cognitivo, aportar energía y capacidad antioxidante, al igual que:
- Contribuir a la mejora de las funciones cognitivas como el aprendizaje, la concentración y la memoria
- Aumentar la capacidad para gestionar el estrés
- Mejorar el estado de ánimo
- Regular el ciclo sueño-vigilia
- Reducir la fatiga
- Reducir la pérdida de memoria causada por la edad
- Ayudar en la clínica de patologías neurodegenerativas
- Mejorar la percepción de fatiga y dolor en pacientes con síndrome de fatiga crónica
- Mejorar el rendimiento deportivo y disminuir la fatiga tras un periodo de esfuerzo
Es importante recalcar que no genera habituación ni dependencia y que no tiene efectos excitantes. Recuerda que la toma de cualquier complemento alimenticio es recomendable hacerlo bajo la supervisión de tu profesional sanitario de confianza.