El estrés afecta no solo nuestra mente, sino también nuestro cuerpo. Uno de los síntomas físicos más comunes son los dolores musculares por ansiedad, que pueden aparecer de forma constante o esporádica y afectar la calidad de vida. Este artículo te ayudará a comprender por qué la ansiedad causa dolores musculares, cómo identificar los síntomas y qué pasos puedes seguir para aliviarlos.
¿Cómo saber si mis dolores musculares son por ansiedad?
Señales de que el dolor muscular está relacionado con la ansiedad
Los dolores musculares relacionados con la ansiedad suelen estar acompañados de otros síntomas como tensión en el cuello y los hombros, rigidez generalizada y una sensación constante de malestar. Si estos dolores aparecen durante períodos de estrés o crisis de ansiedad, es probable que estén relacionados con tu salud mental.
¿Cuánto tiempo puede durar el dolor muscular causado por la ansiedad?
Duración del dolor muscular por ansiedad
La duración del dolor depende de la intensidad y la persistencia de la ansiedad. En algunos casos, el dolor puede desaparecer después de que la ansiedad se alivia, pero en situaciones de estrés crónico, el dolor puede durar semanas o incluso meses.
Factores que influyen en la duración del dolor (H3)
El nivel de ansiedad, la capacidad para manejar el estrés y la predisposición física de la persona pueden influir en cuánto tiempo persiste el dolor muscular. Practicar técnicas de relajación puede reducir la duración y frecuencia del malestar.
Causas de los dolores musculares por ansiedad
Existen distintas causas relacionadas con la ansiedad y dolor muscular, las indicamos a continuación:
- Tensión muscular:
- Hiperventilación
- Postura incorrecta
- Hiperactividad neuromuscular
- Sensibilidad amplificada
La relación entre ansiedad y tensión muscular (H3)
Cuando experimentas ansiedad, tu cuerpo entra en un estado de alerta constante, lo que activa el sistema nervioso simpático y provoca tensión muscular. Esta tensión prolongada, sin oportunidad de relajación, puede generar dolor en áreas como el cuello, los hombros y la espalda.
Inflamación por ansiedad prolongada (H3)
La liberación de hormonas del estrés como el cortisol también contribuye a la inflamación muscular, lo que agrava el dolor y la rigidez. Esta inflamación puede convertirse en una condición crónica si la ansiedad no se maneja correctamente.
Síntomas comunes de los dolores musculares por ansiedad
Dolores localizados y generalizados
Los dolores musculares por ansiedad pueden afectar solo a áreas específicas, como el cuello, o presentarse de forma más generalizada, causando dolor en todo el cuerpo. Otros lugares donde puede reflejarse el dolor muscular por ansiedad serían:
- Mandíbula: estar en una situación de estrés puede desembocar a que apretemos más de la cuenta la mandíbula y los músculos alrededor de la boca.
- Entrecejo: cuando nos encontramos tensos o con preocupación, es habitual fruncir el ceño. Este gesto provoca tensión muscular en la zona de la frente y suele desencadenar en dolor de cabeza tensional.
- Cuello y hombros: del cuello a los hombros tenemos las fibras medias del trapecio, las cuales, cuando nos encontramos cansados o tensos, suelen dolernos.
- Espalda: cuando estamos estresados o con ansiedad, la musculatura de la zona de la espalda se ve afectada, ya que se contrae inadecuadamente, favoreciendo que aparezcan contracturas musculares.
Espasmos musculares y rigidez
Los espasmos musculares involuntarios, así como una sensación constante de rigidez, son síntomas comunes de la tensión causada por ansiedad. El estrés o la ansiedad pueden provocar esta situación, ya que la tensión emocional desencadena reacciones fisiológicas que afectan negativamente a los músculos. Es necesario estar bien hidratado, ya que la falta de ingesta de minerales como magnesio y potasio, pueden afectar a los músculos, ya que tienen un papel crucial.
Fatiga muscular
La ansiedad prolongada no solo genera tensión muscular, sino también fatiga. Esto se debe a que los músculos están en un estado continuo de contracción sin descanso adecuado. La ansiedad provoca una sobre activación del sistema nervioso, lo que puede llevar a un agotamiento físico y mental.
Cómo aliviar los dolores musculares por ansiedad
En nuestro día a día solemos trabajar muy unidos a la ansiedad y el estrés, los cuales aparecen de diversas formas como tensión muscular o malestar general. Acaba siendo un pez que se muerde la cola, ya que la ansiedad causa tensión en los músculos y esa incomodidad hace que aumente el estrés. Y es que hay relación entre el dolor muscular y la ansiedad.
Ejercicios de relajación y respiración
El yoga, la meditación y los ejercicios de respiración profunda son métodos eficaces para liberar la tensión muscular acumulada y reducir los niveles de ansiedad. El ejercicio regular no solo ayuda al cuerpo a mantenerse saludable, sino que también es ideal para reducir la tensión y lesiones musculares. Cuando practicamos alguna actividad física, nuestro organismo libera endorfinas, las hormonas de la felicidad, que a la vez tienen un efecto relajante en el cuerpo y la mente.
Practicar alguna actividad física durante 30 minutos al día puede ayudar considerablemente a nuestro cuerpo a gestionar mejor las situaciones estresantes. Como decíamos al inicio, ejercicios como caminar, yoga, nadar, pilates, consiguen que nuestros músculos se fortalezcan, eso evita sufrir espasmos musculares involuntarios.
Masajes y fisioterapia
Los masajes terapéuticos pueden ayudar a aliviar la tensión en músculos clave, mientras que la fisioterapia puede ofrecer ejercicios específicos para mejorar la movilidad y reducir el dolor. La fisioterapia ayuda a tratar los trastornos musculoesqueléticos de larga duración y el dolor crónico, alivia la tensión muscular, contracturas por estrés y en los huesos a través de masajes y otras técnicas. Puede aliviar dolores de cabeza y a través de técnicas de relajación conseguir reducir notablemente el estrés del paciente.
Suplementos naturales y cambios en la dieta
Los suplementos como el magnesio y una dieta rica en alimentos antiinflamatorios pueden ayudar a reducir el dolor muscular y la rigidez causados por el estrés. Tener en cuenta lo que uno come no te curará la ansiedad, pero podrá ayudar a estar más tranquilo. Por ejemplo:
- Incluir proteínas en el desayuno: estarás satisfecho durante más tiempo y la glucemia estará en niveles más normales, así que tendrás energía durante todo el día.
- Hidratos de carbono complejos: este tipo de hidratos se cree que aumentan los niveles de serotonina en el cerebro, el cual genera un efecto tranquilizante.
- Estar bien hidratado: no estar bien hidratado puede afectar al estado de ánimo
- Evita el consumo de alcohol: si se abusa del alcohol puedes llegar a tener irritabilidad, y además interferirá en el sueño.
- Limita o evita la cafeína: puede hacerte sentir tenso y nervioso, además de no ayudarte a dormir.
- Dieta equilibrada: intenta consumir fruta, vegetales, pescados ricos en omega-3, como el salmón.
Prevención de los dolores musculares por ansiedad
Hábitos saludables para reducir el estrés
Incorporar actividad física moderada, practicar técnicas de relajación y mantener una buena rutina de sueño puede ayudar a prevenir la aparición de dolores musculares relacionados con la ansiedad.
Realizando ejercicio de forma regular ayuda a liberar la tensión acumulada en los músculos y promueve la relajación, reduciendo la ansiedad debido a la liberación de endorfinas, la hormona de la felicidad. Y también, estiramientos suaves, como el yoga o pilates puede ayudar a reducir la tensión muscular. Existe otra técnica que es la práctica de relajación muscular progresiva, que consiste en tensar y relajar los diferentes grupos musculares de forma sistemática. Empezando por los pies y subiendo poco a poco. Esto conseguirá que acabes totalmente relajado y destensado.
Otro punto a tener en cuenta es llevar una dieta equilibrada rica en proteínas, vitaminas y minerales como carnes magras, pescado, frutas, legumbres y verduras. Todo el conjunto ayudará a que nuestro sistema muscular se mantenga fuerte.
Técnicas de manejo del estrés
El mindfulness, la meditación y la terapia cognitivo-conductual son herramientas eficaces para controlar la ansiedad a largo plazo y prevenir el dolor muscular crónico. Técnicas como la de la respiración puede ayudar a reducir la ansiedad y la tensión muscular. Otra opción podría ser los masajes y la terapia física que consiste en recibir masajes terapéuticos o acudir a sesiones de terapia física, que podrían ayudar a aflojar las tensiones musculares por ansiedad y aliviar el estrés muscular.
Cuándo consultar a un médico por dolores musculares causados por ansiedad
Señales de alerta
Si el dolor muscular persiste por más de dos semanas o está acompañado de otros síntomas como fiebre, hinchazón o debilidad extrema, es importante consultar a un médico para descartar otros problemas de salud.
Tratamientos médicos disponibles
En casos graves, el médico puede recetar relajantes musculares o sugerir tratamientos más intensivos, como la fisioterapia o terapia conductual, para reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.
Conclusiones sobre los dolores musculares por ansiedad
Los dolores musculares por ansiedad pueden debilitarte, tanto física como mentalmente pero con el tratamiento adecuado y la implementación de hábitos saludables, es posible aliviarlos. Si experimentas ansiedad y dolores musculares constantes, prueba las estrategias mencionadas aquí y considera consultar a un profesional si el dolor persiste.
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