La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una enfermedad crónica en la que se produce inflamación en el colon y/o intestino delgado que se presenta en forma de brotes. Es una enfermedad que es más frecuente en países desarrollados y en la población caucásica. Afecta por igual a hombres y a mujeres. Puede aparecer a cualquier edad, aunque suele ser más común que aparezca entre los 20-30 años, y también entre los 50-70 años. En España, por cada 100.000 habitantes, se estima que hay 87-100 personas afectadas por EII.
Tipos de enfermedad inflamatoria intestinal
En España, la colitis ulcerosa es más frecuente que la enfermedad de Crohn, 58% frente al 42%, y se espera que esta diferencia aumente ligeramente en los próximos años. Ambas se caracterizan por ser enfermedades del intestino esencialmente, inmunomediadas, inflamatorias y crónicas, que evolucionan en brotes.
Las dos enfermedades alteran la capacidad del organismo para digerir alimentos y absorber los nutrientes. Además comparten algunos síntomas como diarrea, sangre en las heces, diarrea, cansancio, dolor abdominal, pérdida del apetito, pérdida de peso y fiebre.
Enfermedad de Crohn
Es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal que puede producir inflamación en cualquier parte del intestino, pero con más frecuencia en una parte del intestino delgado denominado íleon o en una parte del intestino grueso llamado colon. Dicha enfermedad puede afectar a la capacidad del organismo de digerir los alimentos, absorber los nutrientes y eliminar los desechos. Los síntomas más frecuentes suelen ser dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso, fiebre, náuseas y/o vómitos, masa abdominal palpable en la exploración física.
Colitis ulcerosa
Es una enfermedad crónica que afecta de manera exclusiva a la capa superficial del colon. Según cada paciente la gravedad será una u otra, irá variando. Los síntomas más frecuentes que se pueden padecer son diarrea, deposiciones con moco y/o sangre, deposiciones de escasa cantidad y numerosas, ganas frecuentes de evacuar, deposiciones nocturnas, retortijones, fiebre y dolor abdominal.
Enfermedad inflamatoria intestinal: síntomas principales
- Diarrea
- Fatiga
- Dolor y cólicos abdominales
- Presencia de sangre en las heces
- Disminución del apetito
- Pérdida de peso involuntaria
Causas de la EII
Se desconoce la causa exacta de la enfermedad inflamatoria intestinal. Desde un inicio, se sospechaba que la dieta y el estrés eran los principales culpables. En la actualidad, los médicos saben que estos factores solo puede agravar los síntomas pero no causan la enfermedad.
Una posible causa podría ser el mal funcionamiento del sistema inmunitario. Ya que, cuando el sistema inmune intenta combatir virus y bacterias, se produce una respuesta inmunitaria atípica que hace que el sistema inmunitario ataque las células del tracto digestivo.
Hay un factor que hay que tener en cuenta a la hora de saber si puedes padecer o no esta enfermedad, que es el factor hereditario. Parece que puede incidir, ya que la enfermedad inflamatoria intestinal es más frecuente en personas con antecedentes familiares de esta enfermedad.
Hay factores de riesgo que hay que tener en cuenta:
- Edad: la gran mayoría de personas que reciben un diagnóstico de EII es antes de los 30 años, aunque hay algunas que no la desarrollan hasta los 50 o 60.
- Raza o grupo étnico: suele ser más frecuente en personas de raza blanca, puede darse en cualquier otra.
- Antecedentes familiares: tienes mayor riesgo de contraer esta enfermedad si algún familiar cercano lo padece.
- Fumar: es uno de los factores de riesgo más controlables para el desarrollo de la enfermedad de Crohn.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides: ibuprofeno, naproxeno, etc. Pueden aumentar el riesgo de desarrollar EII o que empeoren los síntomas si ya los tienes.
Detección y Diagnóstico de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal
Para poder confirmar el diagnóstico de EII habrá que realizar un conjunto de pruebas y procedimientos. Las pruebas serían las siguientes:
- Análisis para detectar anemia o infección
- Estudios de las heces: detectar sangre oculta o algún parásito
- Colonoscopia: para visualizar todo el colon, usando un tubo delgado y flexible con luz y una cámara en el extremo
- Sigmoidoscopia flexible: se usa un tubo delgado, flexible y con luz para examinar el recto y el sigmoide, la última parte del colon.
- Endoscopia superior: se examina el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado (duodeno). Esta área no suele verse afectada, pero si hay síntomas como náuseas y vómitos, dificultad para comer y dolor en la parte superior del abdomen será una opción de prueba.
- Cápsula endoscópica: ayuda a diagnosticar la enfermedad de Crohn. Se trata de una cápsula que te tragas, en la que contiene una cámara y se va viendo todo el recorrido y la acabas expulsando cuando vas de vientre.
- Enteroscopia asistida por globo: se explora más profundamente el intestino delgado, donde los endoscopios estándar no llegan. Cuando la cápsula endoscópica marca anomalías, esta prueba puede ayudar a acabar de determinar qué sucede.
Los procedimientos que se deberían llevar a cabo son los siguientes:
- Radiografías: si se padecen síntomas graves, se realizará una radiografía en la zona abdominal para descartar complicaciones graves como megacolon o colon perforado
- Tomografía computarizada: es un tipo de radiografía que da más información que la tomografía estándar. Se puede ver todo el intestino y los tejidos del exterior del intestino.
- Resonancia magnética: crea imágenes detalladas de los órganos y los tejidos.
Tratamiento para la Enfermedad Inflamatoria Intestinal
El objetivo del tratamiento en la enfermedad inflamatoria intestinal es poder reducir la inflamación. Además, en el mejor de los casos no solo se reducirían los síntomas sino que también la remisión a largo plazo y la reducción de los riesgos a sufrir complicaciones. Dicho tratamiento se basa en la administración de medicamentos o cirugía.
- Medicamentos antiinflamatorios
- Inhibidores del sistema inmunitario
- Medicamentos biológicos
- Antibióticos
- Otros medicamentos o suplementos: medicamentos antidiarreicos, analgésicos, vitaminas y suplementos.
- Apoyo nutricional
- Cirugía: cirugía para la colitis ulcerosa, cirugía para la enfermedad de Crohn
Por otro lado, hay otras opciones que no tienen nada que ver con fármacos y que pueden depender de ti para poder mejorar la sintomatología debida a la enfermedad, como cambios en la alimentación y el estilo de vida.
En cuanto a la alimentación, algunas sugerencias de cambio pueden ser:
- Reducir el consumo de productos lácteos
- Comer porciones de comida pequeñas
- Beber mucho líquido
- Tomar algún suplemento multivitamínico
- Consultar a un dietista
- Eliminar el tabaco
Y una vez más hablamos del estrés. Hay pacientes que dicen que en temporadas de alto estrés, los síntomas de la enfermedad empeoran. Por lo tanto, es ideal intentar llevar un estilo de vida libre de estrés o trabajar para tener una vida mucho más relajada.
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