Tener una buena salud intestinal es esencial para nuestro bienestar general, tanto físico como mental, ya que está vinculada a diferentes órganos del cuerpo, como el corazón, la piel y el cerebro. Existen distintas investigaciones científicas que dicen que es determinante tener una buena salud intestinal, ya que el 70% de las células inmunes se encuentran en el tracto digestivo. Y es que, la salud intestinal, se ha convertido en un gran interés general, de hecho, las ventas de probióticos han incrementado.
La especialista en gastroenterología y nutrición, perteneciente al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), Sylvia Cruchet, comenta que “si el sistema gastrointestinal no está en equilibrio, puede tener un efecto negativo en nuestra salud general y el sistema inmunológico.”
En España, varios estudios demuestran que hay una incidencia variable de enfermedad inflamatoria intestinal de unos 8-16 casos por 100.000 habitantes/año. Para algunas personas será una enfermedad leve, aunque habrá otros casos en los que la calidad de vida de los que lo padecen desencadenará complicaciones en situaciones comunes de la vida.
Qué es la inflamación intestinal y posibles causas
La inflamación intestinal da lugar a la inflamación de los tejidos del tracto digestivo. Cuando dicha inflamación es prolongada en el tiempo, ya se convierte en crónica y existen dos tipos: colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn.
Se desconoce la causa exacta de la inflamación intestinal, aunque lo más probable es que sea una combinación de factores genéticos, inmunitarios y ambientales. La dieta y el estrés pueden empeorar los síntomas.
Alimentos inadecuados desencadenantes
Hay algunos alimentos que al sufrir inflamación intestinal se deberían evitar, ya que resultan irritantes: café, bebidas gaseosas, legumbres, verduras crudas, alimentos o especias picantes, alimentos agrios como los cítricos, alcohol. Además, hay alimentos que a largo plazo puede llegar a favorecer esa irritación en el tracto digestivo, como serían las grasas saturadas o el azúcar, por lo tanto, será mejor consumirlos con moderación.
Falta de hidratación
Puede haber deshidratación debido a todo lo que se llegaría a perder mediante las heces que evacuamos, por lo tanto, será ideal que se tome suficiente líquido para poder recuperar todo lo perdido.
Estrés
El estrés es un malestar que puede llegar a ralentizar la digestión, es decir, que influye en la salud digestiva. Puede llegar a provocar una serie de problemas en nuestra salud, como cambios en las secreciones digestivas, pérdida de la capacidad de regeneración de la mucosa gastrointestinal, disminución del flujo sanguíneo en la mucosa, desequilibrio de la flora intestinal, que por lo tanto, dará lugar a una mala absorción de nutrientes, alergias, intolerancias, etc.
Principales síntomas
- Dolor abdominal
- Hinchazón
- Gases
- Diarrea o estreñimiento
- Náuseas o vómitos
- Pérdida de peso
- Malestar general
También pueden aparecer otros síntomas como el sangrado rectal, urgencia para defecar y sensación de evacuación incompleta. Son un tipo de síntomas que pueden afectar la calidad de la vida causando molestias constantes y limitando las actividades del día a día.
Estilo de Vida Saludable: Claves para la Prevención de la inflamación intestinal
Varias investigaciones han relacionado el riesgo de inflamación intestinal con varios factores del estilo de vida, aunque no es del todo seguro que adoptar y mantener un estilo de vida saludable podría reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Los investigadores calcularon la proporción de casos evitables si se adoptase y mantuviese un estilo de vida saludable, que sería lo siguiente:
- No fumar
- Ejercicio físico regularmente
- Comer fruta y verdura (8 raciones diarias)
- Reducir el consumo de carne roja
- Consumir fibra (25g/diarias)
- Consumir pescado (2 raciones semanales)
- Media ración diaria de frutos secos/semillas
Abordando la Inflamación Intestinal: Tratamientos y Remedios
Farmacológicos
En todo momento, se deberá acudir a un profesional para que pueda darte el mejor diagnóstico posible a partir de aquí tratarte según lo que te haya mandado. Los medicamentos que pueden servir en esta situación serán los antiinflamatorios, ya que disminuirán la inflamación del tracto digestivo. A pesar de que pueda ayudar, hay muchos efectos secundarios. También los medicamentos inmunodepresores (o inmunomoduladores) que evitan que el sistema inmunitario ataque los intestinos y causen inflamación. Otras opciones de medicamentos serían los antibióticos y los antidiarreicos. Los primeros matarían las bacterias que pueden activar o agravar los síntomas y los segundos podrían usarse para tratar los síntomas de la inflamación intestinal.
Complementos alimenticios naturales: Suplementos Alimenticios Beneficiosos
OlioVita Gastro es un complemento alimenticio a base de aceite de espino amarillo y betaglucanos. Contribuye al mantenimiento de las mucosas digestivas y del sistema inmunitario. Ambos ingredientes hacen buena sinergia ya que, los betaglucanos contribuyen al buen funcionamiento del tracto gastrointestinal, estimulando la actividad de la microbiota y modulando el sistema inmunitario frente a patógenos. Y el aceite de espino amarillo confiere propiedades hidratantes y nutritivas para recuperar la mucosa intestinal en caso de alteraciones fisiológicas que cursen con inflamación y daño de la mucosa y las células epiteliales (tipo de células que recubren el interior y exterior de las superficies del cuerpo, que se encuentran en la piel, vasos sanguíneos y los órganos, incluyendo el tracto urinario). Esta fórmula natural contiene ingredientes con funciones inmunomoduladoras, reparadoras y protectoras. En resumen:
- Hidrata, nutre y repara la mucosa gastrointestinal
- Ayuda a combatir la inflamación intestinal en situaciones crónicas, por sus propiedades antioxidantes
- Contribuye en la mejora de la permeabilidad intestinal
Vitadigest Enzymes es un complemento alimenticio a base tres cepas bacterianas presentes en el intestino humano (Lactobacillus gasseri, Bifidobacterium bifidum y Bifidobacterium longum) y de enzimas digestivas (proteasa, lactasa, amilasa y lipasa) que contribuyen a favorecer la digestión y regenerar la flora intestinal beneficiosa.
Las enzimas nos aportan facilitarnos la digestión de los alimentos y la absorción de los nutrientes. Y los probióticos nos ayudarán a poder restaurar la flora intestinal, estabilizar la microbiota beneficiosa, reducirán los síntomas gastrointestinales relacionados con el estrés, acortan y disminuyen la severidad de la diarrea aguda, etc. En conclusión, ambos ingredientes nos permitirán poder disfrutar de una buena salud digestiva.