intolerancias

Intolerancias: microbioma y enzimas

Empieza la época de reunirse con la familia, compañeros de trabajo, amigos y disfrutar de todos ellos, en los que la comida tiene un papel importante en todos los encuentros. Varios días que compartimos momentos y nuestro estómago es el principal afectado. A continuación te contamos qué sucede en nuestro interior y qué relación hay con las intolerancias.

Microbiota vs Microbioma

Nuestro intestino alberga billones de microorganismos. Es lo que se conoce como microbiota, cuya intervención es imprescindible en la digestión. También es necesaria en la defensa de nuestro sistema inmune, partiendo del tracto gastrointestinal. Esta colonia de bacterias, probióticos, hongos, eucariotas y virus es distinta en cada ser humano, algo así como una huella dactilar que diferencia una persona de otra.

El microbioma es la microbiota junto con sus condiciones ambientales, los genes que la componen y la funcionalidad de los microorganismos que lo habitan. Cuando esta microbiota está en equilibrio, nuestro intestino está en condiciones saludables y nuestras defensas están en un estado óptimo.

Cuando la microbiota intestinal está desequilibrada (disbiosis), aparecen muchas patologías, sobre todo crónicas. No sólo afectan a nuestro sistema digestivo, sino a nuestro sistema inmune. En ocasiones, por diversas causas se produce una alteración de la microbiota, con una  reducción de microorganismos saludables en relación con los potencialmente patógenos. Es entonces cuando hablamos de una microbiota alterada.

Alimentos para una buena flora intestinal

La alimentación juega un papel muy importante en nuestra flora intestinal, por ende, aquello que comemos ayuda a determinar la composición de nuestras bacterias intestinales. Siempre escuchamos que la dieta debe ser variada y equilibrada, suena a tópico, pero es una realidad. Cuanto más natural sea la comida que consumes, más fibra aportarás a tu organismo. Lo ideal es darle a nuestro cuerpo alimentos poco procesados y cocinados lo más ligeramente posible. Las bacterias útiles de nuestro microbioma se alimentan especialmente de:

  • Carbohidratos complejos: productos integrales, frutas y verduras
  • Grasas y proteínas de alta calidad: semillas de lino, nueces, soja, aceite de girasol, pescado
  • Probióticos: chucrut, kéfir, miso
  • Polifenoles: té, bayas, cacao y legumbres

Como hemos dicho anteriormente, estos alimentos ayudan a nuestra flora intestinal, pero hay otros que hacen totalmente lo contrario, junto con algunos hábitos. El consumo de alcohol, la falta de ejercicio, los períodos de enfermedad y alguna medicación son perjudiciales para la flora. El estrés es algo con lo que solemos convivir, pero también es terrible para nuestra salud intestinal.

Alergias vs Intolerancias

Las infecciones bacterianas y virales tienen la capacidad de inhibir las respuestas inmunitarias adecuadas, desencadenando la inflamación y alterando la permeabilidad intestinal, provocando así el desarrollo de una sensibilidad alimentaria.

La sensibilidad alimentaria puede alterar completamente nuestra vida, ya que evitar un alimento o un componente alimentario concretos puede resultar complicado. Las alergias e intolerancias alimentarias derivan de un defecto en los mecanismos de tolerancia inmune.

En el caso de las alergias, se trata de una proteína que el organismo es incapaz de tolerar. La tolerancia inmune está modulada por la microbiota intestinal y el microbioma. Las alteraciones (disbiosis) tienen un papel fundamental en el desarrollo de las alergias alimentarias.

En el caso de las intolerancias alimentarias, el mecanismo es diferente. Suelen suceder por déficit de determinadas enzimas, y pueden estar causadas por componentes alimentarios no proteicos. Por ejemplo, la lactosa llega al intestino grueso sin haber sido metabolizada previamente porque no hay suficiente lactasa, enzima digestiva que la rompe en glucosa y galactosa. Esto provoca los síntomas típicos de la intolerancia a la lactosa cuando se consume un alimento rico en lactosa: gases, malestar digestivo, diarrea y dolor abdominal.

Las intolerancias más comunes

Cada vez más nos encontramos con que la gran mayoría de la gente tiene algún problema digestivo. Hasta un 40% de la población mundial padece algún problema digestivo de manera crónica. Las más comunes son las siguientes:

  • Intolerancia a la lactosa: es la más común en todo el mundo. Según estudios, está presente más o menos en un 80% de la población. Los síntomas que presentan quienes la padecen son diarrea, náuseas, vómitos, cólicos estomacales, gases e hinchazón.
  • Intolerancia al gluten: reacción del sistema inmunitario al consumo de gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada y el centeno. Es la intolerancia más frecuente en España. Los síntomas suelen ser distensión y dolor abdominal, deposiciones frecuentes, en ocasiones vómitos, anemia.
  • Intolerancia a la histamina: la histamina es una sustancia química que está en todas las células del cuerpo. Es un componente que se encuentra en muchos alimentos y es una parte importante del sistema inmune y nervioso. Esta intolerancia es una patología que se produce cuando hay un desequilibrio entre una ingesta excesiva de histamina a través de los alimentos o un déficit en la degradación de esta por parte de los sistemas de detoxificación a nivel intestinal y hepático. Algunos de los síntomas más comunes son diarrea, dolor de cabeza, sarpullido, urticaria, goteo nasal, arritmia, acidez gástrica, picazón (piel)…
  • Intolerancia a la cafeína: es aquella que tras tomar algún alimento o bebida con este componente sufren efectos secundarios tales como el insomnio, molestias de estómago, palpitaciones, temblores, dolores de cabeza e incluso nerviosismo agudo.
  • Intolerancia a la fructosa: entre un 40% y 60% de la población de nuestro país padece intolerancia a la fructosa. Se da cuando el organismo no puede absorber correctamente este azúcar. Cuando la fructosa no se consigue absorber puede hacer que el intestino libere agua hacia su interior, produciendo diarrea. Además, la fructosa que no se ha absorbido puede llegar al intestino grueso y allí ser fermentada por las bacterias, produciendo gases. Los síntomas que pueden darse son flatulencias, hinchazón abdominal y distensión, dolor tipo cólico, movimientos y ruidos intestinales…

La importancia de la salud intestinal

La microbiota intestinal interactúa con los componentes alimentarios de tal manera que podría afectar a la gravedad de una intolerancia. En el caso de la enfermedad celiaca, por ejemplo, se ha comprobado que en el intestino, ciertas bacterias degradan la proteína del gluten. Lo cual, puede incrementar o reducir su toxicidad. Algunas cepas de Lactobacillus, presentes en las personas sanas, pueden degradar el gluten en pequeñas moléculas llamadas péptidos, con el fin de atenuar la reacción inmunitaria. Esto abre la vía a la posibilidad de reducir la toxicidad del gluten en los pacientes aquejados de celiaquía mediante la disminución o el incremento de determinados tipos de bacterias.

Nuestra salud en general, y la intestinal, en particular, dependen por tanto, en gran medida, del estado de nuestra microbiota y del microbioma. Recuperar y fortalecer la cantidad y, especialmente, la variedad de microorganismos contribuirá a acabar con las intolerancias alimentarias. Suplementar nuestra dieta con determinados probióticos, prebióticos y enzimas específicos, cuando sea necesario, nos ayudará a reequilibrar el ecosistema de nuestro microbioma.

Cuando logramos revertir ese desajuste, desaparece la disbiosis y se recupera el equilibrio de los componentes de la microbiota, que, además, vuelve a funcionar adecuadamente desde el punto de vista fisiológico.

En Vitae nos preocupamos por vuestra salud y es por eso que intentamos ofrecer lo mejor de nosotros, aportando ideas de valor para vuestro día a día. Muchas veces, para conseguir el bienestar pleno es necesaria la suplementación, y a continuación os contamos nuestra propuesta.

Propuesta Vitae

Vitadigest Enzymes es un complemento alimenticio con una combinación de tres cepas bacterianas presentes en el intestino humano (Lactobacillus gasseri, Bifidobacterium bifidum y Bifidobacterium longum) con cuatro enzimas digestivas (lipasa, lactasa, proteasa y amilasa), que contribuyen a favorecer la digestión y regenerar la flora intestinal beneficiosa.

IntestVita Transit es un complemento alimenticio natural que contribuye a favorecer la digestión, facilitar el tránsito intestinal, el funcionamiento normal del intestino y a regenerar la flora intestinal beneficiosa. Está formulado a partir de las tres cepas bacterianas que tenemos presentes en el intestino humano, enzimas digestivas, fibra de naranja, espino amarillo y FOS.

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