Las sales minerales tienen un gran papel en el funcionamiento de nuestro organismo, ya que consiguen que nos mantengamos sanos. Nuestro cuerpo, usa las sales minerales para muchas funciones, incluyendo mantener los huesos, el corazón y el cerebro, además de ser útiles para las enzimas y las hormonas. Constituyen alrededor del 4% de la masa corporal y su déficit puede llegar a causar problemas de salud.
¿Qué son las sales minerales?
Según Proyecto Biosfera: Recursos de Biología y Geología, se les llama sales minerales a las particular de tipo inorgánico que, en los organismos vivos, aparecen precipitadas, ionizadas o asociadas a alguna molécula. Las más conocidas son el sodio, el calcio, el hierro, el magnesio, el potasio y el fósforo.
Son las responsables de retener el agua en el cuerpo, pero también tienen la función de participar en procesos vitales como tener una correcta función cardíaca y la contracción muscular. Además se necesitan para regular el pH y conservar la salinidad.
Tipos de sales minerales
- Sales precipitadas: brindan protección y cumplen con funciones reguladoras. Entre ellas están, los silicatos, el fosfato de calcio y el carbonato cálcico.
- Sales ionizadas: aquellos minerales que disueltos en agua expresan cargas positivas o negativas. Ayudan en los cambios de pH.
- Minerales asociados: son sales que por separado no podrían realizar actividades. Suelen asociarse con moléculas orgánicas, formando fosfoproteínas y fosfolípidos
Sales minerales más comunes
- Sodio: ayuda a mantener equilibrados los líquidos en el cuerpo. Su carencia puede producir síntomas como fatiga y debilidad, mientras que su exceso está relacionado con el riesgo cardiovascular.
- Calcio: forma parte de los huesos y los dientes y es importante para la coagulación de la sangre. Si no se toma suficiente calcio podemos sentir fragilidad en uñas y cabello, incluso pérdida de memoria. Se obtiene de los productos lácteos como el yogur, el queso y la leche.
- Hierro: la falta de esta sal mineral causa la anemia. Permite el transporte del oxígeno hasta los tejidos y es necesario para forma mioglobina, una proteína encargada de transportar el oxígeno a los músculos. Puedes encontrarlo en la carne, marisco, cacao, legumbres, yema de huevo y cereales.
- Magnesio: regula la función de los músculos y el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre. También ayuda a formar proteína, masa ósea y ADN. El déficit de esta sal mineral puede causar pérdida del apetito, náuseas, temblores, calambres, agitación, convulsiones y arritmias cardíacas. Está presente en el germen de cereal, frutos secos, legumbres, chocolate y el pan integral.
- Potasio: regula el agua dentro y fuera de las células, necesario para el correcto crecimiento del organismo humano. La falta de esta sal mineral produce alteraciones como debilidad muscular, calambres, temblores, sequedad cutánea y sensación de sed. Puedes encontrarlo en la fruta, como el plátano. También en las legumbres, la carne y el pescado.
- Fósforo: junto con el calcio es una de las principales sales minerales que forman huesos y dientes. También genera y transfiere de energía en el organismo. Cuando hay falta de fósforo pueden aparecer temblores, confusión, dolores musculares, debilidad y pérdida de masa ósea. Se obtiene a través de la carne, el pescado, los huevos, los granos y la leche.
Biodisponibilidad de las sales minerales
Según la FDA (Food and Drug Administration), la biodisponibilidad de un nutriente representa la velocidad y cantidad con la que dicho nutriente, o parte de éste, es absorbido y se hace disponible en su lugar de acción (en este caso la sangre).
El proceso de absorción se produce principalmente y con una extraordinaria eficacia a través de las paredes del intestino delgado, donde se absorbe la mayor parte del agua, alcohol, azúcares, minerales y vitaminas. No todos los minerales tienen facilidad para absorberse por si solos, así que a continuación os explicamos cómo funciona la absorción de cada uno:
- Calcio: su absorción es variable y por lo general baja. Este mineral necesita de vitamina D para que haya una adecuada absorción de calcio. Es decir, una persona que carece de vitamina D no obtendrá el calcio necesario para su organismo.
- Hierro: el hierro que se encuentra en los alimentos de origen animal es más fácil de absorberse, mientras que el hierro que aparece en cereales, hortalizas y frutas se absorbe de manera pobre.
- Magnesio: generalmente este mineral se absorbe entre 40% y 50%.
- Fósforo: la absorción de este mineral es elevada, ya que oscila entre el 40% y el 80%
- Potasio: se estima que el 90% del potasio de los alimentos es absorbido por el cuerpo, aunque no se sabe demasiado sobre su biodisponibilidad
- Sodio: la biodisponibilidad de este mineral es muy parecida a la del potasio, podrían ir de la mano
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