Todas las mucosas que contiene nuestro cuerpo deben estar en buen estado, ya que recubren y protegen el interior de nuestro organismo. Las mucosas se encuentran recubriendo cavidades de todo el organismo, ya puede ser nariz, boca, vagina, estómago, recto. En este artículo hablaremos sobre una de ellas: la mucosa intestinal
¿Qué es la mucosa intestinal?
Es una capa que recubre las paredes internas del intestino y está compuesto por células que secretan moco. Es una especie de esponja que se encarga de absorber los nutrientes necesarios para nuestro organismo y proteger al intestino de aquellas sustancias tóxicas que afectarían a su funcionamiento. La mucosa intestinal está formada por tres capas:
- Muscular de la mucosa: es una delgada capa de fibras musculares lisas que tapiza la pared de distintos órganos de nuestro cuerpo, como: esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso.
- Epitelio: tejido de conjunto de células que recubre ciertos órganos interiores.
- Lámina propia: capa fina de tejido conjuntivo que se encuentra situada por debajo del epitelio y forma junto a este la mucosa
¿Qué funciones tiene la mucosa?
La función principal de la mucosa digestiva es absorber los nutrientes necesarios para el organismo y que pueda haber una permeabilidad intestinal correcta. Además, regula las respuestas inmunes, es decir, tiene la capacidad de modular la función de nuestro sistema defensivo. La mucosa digestiva está relacionada con nuestro sistema inmune es por eso que es muy importante que esté en muy buen estado. En el momento en el que la mucosa intestinal no ejerce su función hace que se sature de toxinas, se inflame, o incluso llegue a enfermar y es ahí cuando pueden aparecer intolerancias y/o alergias.
Inflamaciones del intestino
Cuando hay una inflamación de los tejidos del tracto digestivo podemos mencionar:
- Colitis ulcerosa: causa la inflamación y llagas (úlceras) en el recubrimiento del intestino grueso (colon) y el recto.
- Enfermedad de Crohn: esta enfermedad se caracteriza por la inflamación del recubrimiento del tracto digestivo, generalmente sus capas más profundas.
¿Cómo podemos mejorar nuestra mucosa digestiva?
Para evitar que las bacterias se adhieran en las paredes de las mucosas e impidan que estas absorban bien los nutrientes, es necesario que nuestra mucosa intestinal esté en las mejores condiciones. Podemos mejorar o mantener saludable la mucosa de la siguiente manera:
- Incrementar las enzimas digestivas: gracias a la toma de la papaya, piña, kiwi y ciertas verduras crudas, como el perejil, brócoli y el apio, podemos fortalecer y proteger dicha mucosa aumentando así las enzimas digestivas que contribuirán al desarrollo de las células que se encuentran en las paredes del intestino.
- Evitar ciertos alimentos: existen alimentos que no favorecen a la mucosa intestinal, como pueden ser los alimentos procesados, los refrescos o el alcohol y el exceso de café. Sin embargo, así como estos se deberían reducir, los siguientes son saludables para el bien de las mucosas: fibra y probióticos.
- Estar bien hidratados: intenta consumir lo máximo posible de agua, lo recomendado son entre 1,5L y 2L.
- Controla el consumo de azúcar: controla la toma de alimentos que contengan mucho azúcar y que se encuentran en grasas nocivas, colorantes y más.
- Practica ejercicio: realiza ejercicio con regularidad, ya que favorecerá a poder regular bien las funciones de las mucosas intestinales.
Incorporar buenos hábitos a tu vida es importante para conseguir un bienestar general. Si ya llevas una buena rutina en tu día a día, puedes aportarle un plus consumiendo complementos alimenticios que te ayuden a acabar de definir y conseguir lo que necesites. Como por ejemplo, en este caso, tener en buen estado tu mucosa digestiva y así evitar que problemas en ella.
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En el caso de las mucosas digestivas, el aceite de espino amarillo ayuda a que esta mucosa cumpla su papel principal de primera barrera, evitando la entrada de patógenos, regulando la permeabilidad intestinal y favoreciendo la buena absorción de nutrientes. Además, la acción sistémica del aceite de espino amarillo, hace que se beneficien, no sólo la mucosa digestiva, sino también las diferentes mucosas del organismo, así como la piel y el cabello.