El ritmo de vida actual es muy demandante y provoca que vayamos constantemente acelerados, provocando que nuestra mente y cuerpo mantengan ritmos diferentes. Por su lado, el estrés y la dieta también son factores que hacen que, cada vez más, nuestro organismo se desfase más, provocando dificultades y patologías como, por ejemplo, el estreñimiento.
¿Qué es el estreñimiento?
Seguro que, en algún momento de nuestras vidas, todos hemos sufrido estreñimiento, es decir, esa sensación de no poder evacuar las heces de una forma relativamente fácil, bien sea por falta de movilidad intestinal, por endurecimiento de las heces o por daño o dificultad en la evacuación final.
Deberíamos ir baño cada día entre 1 y 2 veces, aunque una dificultad puntual no debería alarmarnos ni obsesionarnos.
Dependiendo de la causa podemos hablar de estreñimiento puntual o crónico, siendo la primera causa algo asociado a un factor secundario o temporal (adherencias, diverticulosis, toma de medicación) y la segunda causa cuando este estreñimiento es derivado de una disfunción fisiológica o malos hábitos higiénico-dietéticos (falta de motilidad intestinal, dieta pobre en fibra o sedentarismo).
Cuando el estreñimiento se cronifica provoca un mayor tiempo de estancia de las heces en el intestino, favoreciendo procesos de putrefacción y fermentación biológica descontrolada, lo cual puede provocar molestias como distensión, hinchazón, gases, pesadez, etc.
¿Cómo saber si sufro de estreñimiento?
Básicamente porque tendremos dificultad para evacuar las heces, que tendrán una consistencia dura, y una sensación continuada de excreción incompleta. Además, una evacuación infrecuente, de menos de 3 veces a la semana, también se puede asociar al estreñimiento.
Soluciones ¿Cuál es la diferencia entre un laxante y un regulador del tránsito intestinal?
Es importante tener claro este concepto porque son dos productos totalmente distintos. Un regulador del tránsito intestinal facilita la evacuación de forma natural, según la necesidad fisiológica del organismo. Por el contrario, un laxante siempre acelera el funcionamiento normal del tránsito intestinal y/o defecación, ya sea, incrementando el volumen o lubricando el contenido fecal. Esta alteración puede provocar efectos adversos o habituación, es decir, que no puedas ir al baño sin su uso.
Los laxantes son:
- Soluciones a corto plazo
- Soluciones irritantes
- Generan dependencia y habituación
La importancia de los probióticos, prebióticos y la fibra
La mejor manera de abordar de forma fisiológica el estreñimiento de tipo crónico es adquiriendo unos hábitos higiénico-dietéticos adecuados que favorezcan la progresiva activación de la motilidad intestinal. En segundo lugar, también es importante mejorar la digestión biológica del organismo.
La microbiota intestinal, que es el factor determinante de esta digestión biológica, está compuesta por microorganismos que viven en equilibrio con el ser humano y hacen del tubo digestivo su hábitat natural. Cuando este equilibrio se rompe, aparecen procesos de hiperpermeabilidad e inflamación intestinal que a la larga se traducen en unas heces de mala calidad y en la generación de un estreñimiento crónico.
La integridad de la mucosa intestinal
Una de las principales consecuencias del estreñimiento y fermentación intestinal es la irritación y desestructuración de la mucosa intestinal, afectando directamente a su funcionalidad.
También es importante controlar la inflamación de la mucosa, de tal manera evitaremos esos síntomas de hinchazón, dolor abdominal e hiperpermeabilidad, que hacen que, aunque estemos estreñidos, de vez en cuando tengamos episodios de diarrea.
¿Qué medidas podemos tomar para evitar el estreñimiento?
Hábitos dietéticos:
- Consumir alimentos con fibra, como frutas, verduras, legumbres, alimentos integrales y una alta ingesta de líquidos a lo largo del día. Además de reducir el consumo de alcohol, carnes rojas, grasas y dulces.
Hábitos físicos:
- Caminar a diario o hacer ejercicios en los que intervienen los músculos abdominales
Hábitos intestinales:
- Acostumbrar al organismo a evacuar a la misma hora del día evitando cambios bruscos de hábitos alimentarios, en cuanto a horarios y tipos de alimentos.
- Acudir al baño cuando se necesite, sin ignorar ni retrasar el momento y hacerlo de manera relajada.
Lo más adecuado es adoptar estas medidas y, si fuera necesario, el uso de productos como un regulador del tránsito intestinal que pueda ayudar de forma puntual, siempre es recomendable consultar con nuestro profesional sanitario de confianza.
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