Hasta hace algunos años, escuchar microbiota vaginal era algo extraño. A día de hoy la evidencia científica ha avanzado tanto que hace imposible negar la importancia de cuidar nuestra microbiota para mantener una buena salud. En la siguiente entrevista la Dra Radharani hablaremos sobre la microbiota vaginal: qué es y cómo afecta a nuestra salud.
¿Cómo definirías la microbiota vaginal? ¿Cuál es su importancia para la salud femenina?
La microbiota vaginal es el conjunto de bacterias beneficiosas que viven en nuestra vagina y que deben encontrarse en equilibrio con nosotras para garantizar que tengamos un microambiente capaz de protegernos. De esta manera, las bacterias y hongos que producen molestias o enfermedades no pueden crecer, ya que la microbiota sana lo impide por diversos mecanismos.
Nuestra microbiota vaginal forma parte importante de nuestra protección natural ante las infecciones vaginales y urinarias, por ello es importante que conozcamos de qué manera podemos mantenerla sana y equilibrada mediante nuestro estilo de vida.
¿Cuáles son los principales microorganismos que componen la microbiota vaginal y que funciones desempeñan?
Los microorganismos que predominan en nuestra microbiota vaginal son los lactobacilos. Entre ellos predomina el Lactobacillus crispatus, L. jensenii y L. gasseri. Estas bacterias tienen una función primordial para la salud vaginal ya que son capaces de formar ácido láctico a partir de la glucosa presente en las secreciones vaginales normales. El ácido láctico es muy importante para la salud íntima ya que mantiene el ambiente de la vagina con un pH ácido entre 4 y 4,5. Esto es fundamental porque impide que crezcan otras bacterias y hongos.
¿Cuál es la relación entre la microbiota vaginal y las infecciones vaginales comunes? ¿y con la cistitis?
Cuando tenemos alguna situación que nos aleja del equilibrio como pueden ser:
- Tomar de antibióticos.
- Cambios hormonales como es la menopausia, postparto o lactancia.
- Lavados vaginales o lavados excesivos con jabones fuertes.
- Uso frecuente de ropa interior hecha de materiales sintéticos.
- Humedad o calor excesivo, vacaciones, playa y piscina frecuentes.
- Estrés.
- Situaciones emocionales que puedan afectarnos.
- Epocas de intensa actividad sexual.
Todo esto puede tener como consecuencia un cambio en la microbiota vaginal porque disminuye la cantidad de lactobacilos beneficiosos. Esto disminuye la acidez de la vagina, lo cual permite que crezcan otras bacterias u hongos y nos hace más propensas a las temidas candidiasis o vaginosis bacteriana.
En el caso de las cistitis que por desgracia también son bastante frecuentes, ocurren porque este cambio de nuestra microbiota, permite que bacterias como E. coli puedan ascender a la vejiga y colonizarla, ya que no hay una barrera de defensa que se lo impida.
¿Qué factores pueden afectar negativamente el equilibrio de la microbiota vaginal y como influyen en la salud ginecológica?
El delicado y perfecto equilibrio de nuestra microbiota vaginal si estamos sanas en cuerpo, mente y espíritu como siempre me gusta decir, funciona de maravilla. Eso quiere decir que la vagina es auto limpiante y tiene sus propios mecanismos de eliminar a los “bichitos” que nos pueden enfermar y los residuos por ejemplo de la regla o despues de las relaciones sexuales.
Aunque hay situaciones donde este equilibrio se puede alterar. Por ejemplo, cuando tomamos algún antibiótico, cuando pasamos por periodos de mucho estrés psicológico, actividad sexual intensa, cambios hormonales como la menopausia, postparto, lactancia o con algunos anticonceptivos. Lo que ocurre en estos casos es que disminuye la cantidad de lactobacilos en la vagina lo cual favorece que crezcan hongos o bacterias que producen infecciones, porque aumenta el pH de la vagina y disminuye la barrera de defensa que nos proporcionan nuestras bacterias “buenas”
¿Cuáles son los síntomas de un desequilibrio de la microbiota vaginal y cuando se debe buscar atención médica?
Todas las mujeres en edad fértil tenemos flujo vaginal. Este flujo cambia a lo largo del ciclo, puede ser más o menos abundante según el día del ciclo menstrual. Lo más importante siempre es saber que no debe producir mal olor, ni picor. El color normal oscila entre blanco, blanco amarillento o cristalino los días de ovulación. Si observas que tu flujo vaginal cambia de coloración, se vuelve verdoso, marrón, teñido de sangre, con olor fétido como a pescado podrido o te sientes irritada, con picor, inflamación de tus genitales, entonces debes acudir a la consulta de tu ginecólogo para solucionarlo lo antes posible.
También debes pedir ayuda a un profesional si presentar molestias al orinar como dolor o ardor, quedas con ganas de orinar apenas terminas de hacerlo, sientes ganas de ir a orinar con mucha frecuencia y solo orinas poca cantidad, si tu orina tiene sangre, es turbia o cambia de olor, ya que esto debe hacerte sospechar que estas teniendo un cuadro de cistitis. Cuanto antes acudas a pedir ayuda, antes podremos tratarte, evitando así que las molestias empeoren.
Recomiendo sobre todo que evites automedicarte. Siempre es preferible poder examinarte antes de recibir tratamiento, hacer las pruebas necesarias e indicar el tratamiento apropiado, así como darte recomendaciones de estilo de vida o suplementos adecuados a tu caso para prevenir que vuelvas a tener otro episodio.
¿Existen medidas que se puedan tomar para mantener el equilibrio saludable de la microbiota vaginal?
Nuestra microbiota es el reflejo de todo nuestro estilo de vida, somos un todo. Es fundamental cuidar nuestros hábitos saludables para favorecer el equilibrio de nuestras bacterias y mantener la salud íntima:
- Cuida tu alimentación, lleva una nutrición mediterránea antiinflamatoria basada en alimentos naturales, frutas y verduras de temporada para garantizar las vitaminas, antioxidantes, minerales que nos ayudan a tener un sistema inmune óptimo. Semillas, frutos secos, especias, hierbas aromáticas, proteínas de alto valor biológico en conjunto con cereales integrales, tubérculos y mucha agua.
- Reduce al mínimo el azúcar y las harinas refinadas, especialmente si eres propensa a las candidiasis para ayudar a tener una microbiota intestinal sana, evitando la colonización por cándidas. Reduce el alcohol y los ultraprocesados, también tóxicos como el tabaco.
- Mantén una higiene adecuada sin caer en excesos de lavados, ni jabones fuertes. Una sola vez al día limpiando de adelante hacia atrás es suficiente.
- Si tienes sequedad vaginal o vulvar debido a la menopausia u otras situaciones hormonales especiales como estar en periodo de lactancia o toma de anticonceptivos que te produzcan esas molestias, entonces procura tener una rutina de hidratación vulvo vaginal para ayudar a favorecer el cuidado de las mucosas y protegerte de molestias e infecciones.
- Duerme 7 a 8 horas al día para cuidar del sistema inmunológico.
- Medita, haz yoga o respiraciones profundas, terapia o cualquier herramienta que te permita gestionar el estrés ya que este nos hace más propensas a infecciones de repetición porque deprime el sistema inmunológico afectando nuestra microbiota.
- Ve a orinar siempre antes y después de las relaciones sexuales, si tienes problemas de lubricación vaginal, utiliza siempre un lubricante acuoso.
- Bebe abundantes líquidos y vacía la vejiga cada dos horas, evita aguantar las ganas de ir a orinar.
Consulta con tu médico el uso de suplementos para prevenir y cuidar de tu microbiota vaginal. Existen preparados a base de sustancias naturales como el arándano, romero, granada y uva que pueden ayudarnos a evitar que las bacterias se peguen a la vejiga y las podamos eliminar con más facilidad.
Si eres propensa a cistitis o candidiasis de repetición, es muy importante que sepas que estos molestos episodios tienen solución y deben de tratarse de forma holística, yendo a la raíz y aportando mejoras en tus hábitos y estilo de vida.
¿Cuál es el papel de los prebióticos en el mantenimiento de la salud de la microbiota vaginal y como se pueden utilizar de manera efectiva?
Los prebióticos son alimentos que actúan como fibra no digerible. Son nutrientes para nuestra microbiota saludable. De esta manera nos ayudan a mantener el equilibrio de la vagina. Nos van a ayudar a alimentar a nuestras bacterias buenas para que nos protejan de los hongos y bacterias patógenas, ayudando a prevenir infecciones.
Podemos emplear prebióticos ricos en antioxidantes como el extracto de arándanos rojos, granada, uva y romero para complementar el tratamiento de una infección vaginal como una vaginosis o una candidiasis, por ejemplo. En este caso nos van a ayudar a recuperar más rápidamente la microbiota que nos protege, restaurando el equilibrio vaginal.
Los podemos recibir por vía oral o en forma local. Por vía oral van a ir al intestino a alimentar nuestras bacterias intestinales y de esta manera llegan a colonizar la vagina. Por vía vaginal se pueden emplear en cremas u óvulos, actuando sobre la población de bacterias de la zona.
Un prebiótico puede ser también una excelente medida preventiva en caso de que sufras de infecciones de repetición o estés pasando por un período de mucho estrés que pueda hacerte más propensa a infecciones vaginales, siempre en conjunto con un estilo de vida saludable.
¡Muchas gracias por esta magnífica entrevista y por ayudarnos a visibilizarla importancia de cuidar nuestra microbiota vaginal!