Hablar de desintoxicación (detoxificación), habitualmente se acostumbra a relacionar con dietas temporales y exprés. Nada más lejos de la realidad, a lo largo de nuestra vida y en el día a día estamos expuestos a muchos tóxicos o sustancias dañinas para nuestro organismo, pero nuestra propia fisiología es capaz de atraparlas y eliminarlas a diario. Concretamente, el hígado es el órgano principal , junto al intestino, riñones, pulmones y piel, encargado de mantener nuestro cuerpo limpio de estas sustancias dañinas que pueden acumularse en nuestro organismo.
Por lo tanto, cuando hablamos de hacer un detox, nos referimos al proceso que tiene nuestro organismo para eliminar de forma natural las toxinas del organismo, aunque también podemos ayudar al organismo en este proceso depurativo tomando suplementos que nos ayuden a favorecer y estimular la función de dichos órganos.
En relación con todo esto, cabe destacar que la modernización ha traído cosas extremadamente positivas en nuestra sociedad y estilo de vida, aunque también ha comportado algunos cambios negativos que pueden afectar directamente a nuestra salud.
La Dra. María Pérez, doctora en medicina general integrativa, natural y biológica, nos habla en profundidad del proceso de detoxificación del organismo y de todas aquellas cosas que deberíamos hacer para contaminarnos menos y así disfrutar de un estado de salud óptimo.
Empecemos por el principio, ¿qué significa hacer un detox del organismo?
¡Qué pregunta tan amplia! Vamos a ver, detoxificar el organismo se puede equiparar a hacer una limpieza general de la casa. Dicho de otro modo, no necesitamos estar enfermos ni tener síntomas patológicos concretos para ayudar a limpiar a nuestro organismo.
“Somos un sistema abierto y en contacto permanente con el mundo exterior”.
Por ejemplo, en cuanto a los alimentos que ingerimos, además de las propiedades y nutrientes de los hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales, sales,…también hay que tener en cuenta que, dependiendo de cuál sea su origen, pueden llevar muchos pesticidas, herbicidas, insecticidas y metales pesados que pueda haber en el suelo , en el agua , en el propio ambiente o que se han añadido directamente sobre las plantas o en los alimentos de los animales . ¿Qué ocurre con esto? Pues que nuestro organismo también lo ingiere.
La calidad del aire que respiramos es esencial , no es lo mismo respirar en medio del bosque o al lado del mar que en plena ciudad, donde la contaminación ambiental nos invade de muchos metales pesados y tóxicos medioambientales .
Finalmente, nuestro propio metabolismo también genera toxinas o Endotoxinas como resultado de la combustión o metabolización durante la respiración o la digestión , e internamente dentro de las células, cuyo resultado son una serie de metabolitos que también deben ser eliminados.
Todos estos alimentos y nutrientes que entran a través del pulmón y del sistema digestivo tienen que llegar a todas las células del cuerpo por vía sanguínea. Aún así, antes de llegar a las células pasan por el mesénquima, que es el tejido que rodea a las células donde generalmente se depositan la mayoría de tóxicos así como los propios residuos intracelulares que se recogen de la célula.
Por esto mismo, es muy importante, como mínimo dos veces al año, principalmente los 15 días antes de la primavera y el otoño, ayudar al cuerpo a detoxificarse. Esto va a favorecer la limpieza del mesénquima de toxinas para ser eliminadas principalmente a través de las heces o de la orina.
¿Cuáles son los principales órganos de depuración del organismo?
Tenemos cinco órganos principales de depuración, el hígado, el intestino, los riñones, el pulmón y la piel. Nuestro organismo siempre va a tratar de eliminar las toxinas a través de estas cinco vías. Normalmente empezará por la vía digestiva, la más importante y de la vía urinaria. El hígado, es el órgano que lo filtra absolutamente todo. Si nuestro organismo no es capaz de eliminar las toxinas por estas vías lo hará a través de la piel.
Cuando hagamos un detox necesitaremos estimular o ayudar a estos órganos, por eso se suele relacionar el detox con una alimentación concreta, unos remedios naturales específicos , con el ejercicio y con la exfoliación del cuerpo con el objetivo de eliminar las toxinas que se puedan producir o eliminar a través de la piel.
¿Por qué la exfoliación de la piel se relaciona con el detox?
Cuando hacemos detox es un buen momento para primero exfoliar y luego nutrir la piel. En general, se recomienda hacerlo cada semana. No se recomienda hacerlo a diario puesto que tenemos toda una capa bacteriana que hace de intercambio, de protección y refuerza la barrera de la piel. Uno de los problemas que existen actualmente con el uso indiscriminado de los geles de ducha u otro tipo de geles , es que la limpieza excesiva nos quita nuestra capa protectora y, por tanto, nos hace estar más susceptibles ante cualquier agente nocivo .
¿Por qué deberíamos ayudar a nuestro organismo a detoxificarse?
Antes de nada, me gustaría resaltar un concepto para mí fundamental , y es que la limpieza es importante porque necesitamos crear espacio para que pueda entrar material nuevo, tanto a nivel orgánico como a nivel energético. Por eso es tan necesario limpiar el organismo para mantener un estado de salud óptimo. Si no hacemos espacio es como si tuviéramos una casa en la que vamos entrando muebles sin parar pero nunca sacamos ninguno y, por lo tanto, no hay espacio para que entren cosas nuevas y se generaría un gran caos y desorden .
También me gusta hacer el símil con una pecera. Tenemos que imaginar nuestro cuerpo interno como una pecera donde los peces son las células y se nutren del agua que les rodea y la comida que les damos. Hay que tener en cuenta que estos peces defecan y lo hacen en el agua. Para ello tenemos unas plantas depuradoras en esa pecera que van reciclando el agua pero si ese aparato se bloquea o la suciedad es mayor de lo que la depuradora es capaz de limpiar, esa agua se irá ensuciando y los peces enfermarán y morirán.
Es importante mantener el espacio limpio e intentar no contaminarlo en exceso.
¿Cuáles son los síntomas de un organismo intoxicado?
Cuando las células empiezan a tener poco oxígeno y pocos nutrientes saludables, el medio interno se acidifica y aparecen síntomas tales como, fatiga, contracturas, falta de energía, cansancio por la mañana, pensamiento más enlentecido, falta de concentración, digestiones pesadas, etc. Digamos que todo el organismo se enlentece .
¿Qué ocurre si no nos detoxificamos adecuadamente?
Como decíamos, este terreno que se acidifica se llena de metales pesados y genera una inflamación, como sistema de defensa del cuerpo. Dicha inflamación , al principio es de “bajo grado” y aunque no es demasiado potente, está latente y es la base de todos los procesos degenerativos y autoinmunes que aparecen.
Existen pequeñas señales para detectar esta inflamación por el exceso de tóxicos. Primero aparecen las patologías terminadas en ‘’itis’’, como por ejemplo, la amigdalitis, faringitis, artritis, dermatitis, etc. Normalmente se manifestará en el órgano donde tengamos más debilidad.
Cuando tenemos una ‘’itis’’ solemos tomarnos un antiinflamatorio pero eso no es más que un parche y, sin embargo, seguimos sin escuchar lo que el cuerpo nos está diciendo realmente. Si no le hacemos caso a nuestro organismo y “tapamos” la inflamación, ésta se irá desplazando, aumentando y empezará lo crónico. Aquí es cuando entran las ‘’osis’’, artrosis, dermatosis u otro tipo de inflamaciones más potentes que invaden y lesionan los tejidos dando lugar a enfermedades un poquito más graves.
¿Qué podemos hacer para toxificarnos un poco menos?
Las cosas básicas que podemos hacer para toxificarnos un poco menos, serían. En primer lugar, respirar adecuadamente y ser más conscientes de nuestra respiración. También tratar de no fumar y salir de vez en cuando al campo y al bosque para oxigenarnos.
Los alimentos han de ser, a ser posible, ecológicos o de proximidad, con el menor nivel de sustancias químicas como pesticidas,…. Nuestra alimentación debería ser mucho más abundante en el mundo vegetal puesto que éstas son ricas en sustancias que nos ayudarán en este proceso detox.
Masticar mucho porque con la masticación se produce un aumento de la energía de los alimentos, con lo cual, si un alimento no está demasiado vivo, lo revitalizaremos.
Tenemos malas digestiones porque comemos demasiado rápido. Hay que tomar conciencia de lo que estamos comiendo para tener y favorecer una buena digestión y que los alimentos lleguen al hígado en mejor estado.
Caminar, aunque no hace falta hacer un gran ejercicio diario. Estamos hablando de media hora todos los días.
También me gustaría recalcar que es muy importante tener un espacio de silencio interior a diario para escuchar nuestros pensamientos, a veces muy tóxicos, y así prestarles la atención necesaria y poder tener una conversación a nivel interior para ver cómo gestionarlos.
En cuanto a las altas frecuencias tales como wifi, móvil, etc. hay que depurarlas también. Es decir, tenemos que “desconectarnos” porque este tipo de redes distorsionan mucho nuestro campo electromagnético interno y confunden mucho a nuestras células. Aunque por supuesto la tecnología tiene su efecto positivo, hay que limitar el tiempo de uso , y es esencial dormir sin el móvil en la habitación y con el router apagado así como el resto de elementos electrónicos desenchufados para que el cuerpo no tenga distorsiones mientras se regenera en la noche .
Cenar temprano y poco también es importante para que cuando llegue la hora de máxima actividad de limpieza del hígado, entre la una y tres de la madrugada, ya se haya hecho el proceso de digestión y pueda limpiar lo que hemos comido, bebido, escuchado, visto, sentido, etc.
Hay que hidratarse muy bien y con agua saludable. El agua es el vehículo de todas nuestras sales minerales , entre otros, que nos ayudarán a la detoxificación fisiológica y la homeostasis y aún así, en general, las personas beben poco agua.
Finalmente, el contacto con la naturaleza. Hay muchos estudios que prueban la acción sanadora y armonizadora de la naturaleza. Nosotros somos parte de ella .Es un potente regenerador en sí misma. Nos regula el ritmo cardíaco y respiratorio, reduciendo la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares . Baja el nivel de estrés, y nos hace sentir más revitalizados ,estimula el reposo , la relajación y la calma, favoreciendo el sueño y mejora el humor. Y esto es gracias a las fitoncidas que se hallan en los aceites de los árboles , que estimulan además nuestras células inmunitarias, haciéndonos más resistentes frente a las infecciones .
La naturaleza nos permite ver, no solo mirar, reconectar y escucharnos.