¿Gases? ¿Hinchazón? ¿Pesadez después de comer? ¿Te suena? Se acerca la Navidad y con ella un sinfín de comidas, cuanto menos, copiosas. Es posible que no tengamos los síntomas mencionados de forma habitual pero que en cuando realizamos una comida consistente o más rica en grasas, aparezcan. Para ello, os invitamos a conocer el maravilloso mundo de las enzimas digestivas y su poder para mejorar las digestiones pesadas. Eso sí, recordad que siempre que el problema sea crónico y recurrente, será necesario acudir a un especialista para que analice vuestro caso con precisión.
Hemos hablado con Fran Ballesteros, farmacéutico y formador de Vitae, sobre las enzimas digestivas y el proceso de digestión.
Vamos a empezar por la pregunta fácil, ¿qué ocurre en nuestro organismo cuando ingerimos un alimento?
El objetivo principal de comer es la obtención de nutrientes asimilables para nuestro organismo. Para eso, es imprescindible procesar los alimentos desde que entran por nuestra boca.
Podemos hablar de 3 tipos de procesado diferente: un procesado mecánico (la trituración de la comida con los dientes, o el movimiento peristáltico de mezcla del estómago e intestino), un procesado químico (el pH ácido del estómago que fomenta la ruptura de enlaces químicos, los procesos enzimáticos a nivel intestinal), y por último un procesado biológico (nuestra microbiota intestinal que favorece la digestión y absorción de ciertos nutrientes como minerales y vitaminas).
¿Por qué nos encontramos mal si comemos alimentos difíciles de digerir o en exceso?
A nivel intestinal sólo vamos a absorber aquellos nutrientes que lleguen al intestino delgado tan sumamente procesados que podamos absorberlos. Todo aquello que no podamos digerir, bien por una falta de procesado previo (mala masticación, déficit de ácido gástrico o pepsina, déficit enzimático, etc.) o porque hayamos ingerido en exceso y, aunque no tengamos ningún problema digestivo, no podamos procesar, no se va a poder absorber adecuadamente, y por lo tanto se eliminará a través de las heces. Esto implicará un mayor trabajo para nuestro aparato digestivo con las consecuentes molestias de pesadez, llenado, o el típico empacho.
Depende mucho también del tipo de comida, las grasas son las que van a tener un vaciado gástrico más lento (tardarán más en desaparecer del estómago), por lo que una comida copiosa en cantidad y rica en grasas siempre nos va a generar mayor malestar que una comida ligera y con nutrientes fácilmente procesables.
¿Por qué aparecen los gases, hinchazón, acidez, sensación de pesadez…?
Todos estos síntomas que mencionas pueden tener diversos orígenes, por lo que habría que estudiar cada caso en particular. Pero algo muy común es la realización de “digestiones parciales”. Es decir, o bien porque nuestro sistema digestivo está alterado (y por lo tanto también nuestro proceso de digestión) o bien porque comemos en exceso y comidas difíciles de digerir, puede suceder que a nivel de estómago necesitemos una mayor producción de ácido para procesar la ingesta de alimentos (con la consecuente hiperacidez, reflujo y ardor).
Por otro lado, los alimentos, al no procesarse bien a nivel estomacal, pueden llegar parcialmente procesados al intestino, donde nuestra microbiota tendrá que hacer horas extras para digerir aquello que llega, lo que provocará un desgaste, realizando procesos de tipo fermentativo en lugar de digestivo. La fermentación, como todos sabemos produce la generación de gases, que hinchan el tubo digestivo, con la consecuentes molestias de hinchazón, flatulencia, etc.
¿Qué papel tienen en la digestión las enzimas digestivas?
Las enzimas dfarmaigestivas son vitales para los procesos digestivos. Se trata de proteínas que van a romper enlaces químicos a fin de hacer más procesables y digeribles los alimentos. No es lo mismo que nuestro intestino tenga que absorber una proteína entera que un péptido corto o incluso un aminoácido aislado.
Tenemos diferentes enzimas en el tubo digestivo que nos ayudarán a procesar y digerir nutrientes de diferente naturaleza. Puede pasar que tengamos malas digestiones por un déficit de enzimas, ante lo cual deberemos consultar con un profesional que nos ayude con medicamentos concretos, o ante una puntual grande ingestión de alimentos, que necesitarán una ayuda extra para ser digeridos. En este último caso, podemos ayudarnos de complementos alimenticios a base de enzimas digestivas para facilitar el proceso de digestión.
Vitae tiene un probiótico con enzimas digestivas, el Kyodophilus con enzimas digestivas, cuéntanos un poquito más acerca de él.
Kyodophilus con enzimas digestivas es un producto muy completo puesto que nos va a ayudar doblemente en el proceso de digestión. Por un lado lleva 4 enzimas que favorecen la digestión de diferentes nutrientes como proteínas (proteasa), hidratos de carbono (amilasa), grasas (lipasa) y una muy concreta que nos ayuda a digerir la lactosa y el azúcar de la leche (lactasa). Con estas cuatro enzimas mejoraremos la digestión química de los alimentos, de tal manera que favorecemos su absorción sin fatigar nuestra microbiota.
Además, para mejorar el proceso de digestión biológica, Kyodophilus con enzimas digestivas, incorpora 3 cepas bacterianas presentes de manera fisiológica en el intestino humano, L.gasseri, B.bifidum y B.longum, que se van a encargar de mejorar todos los procesos de digestión micriobiológica de los alimentos además de crear una comunidad en el intestino, disminuyendo toda la sintomatología asociada a malas digestiones como gases, hinchazón, dolor abdominal etc.
Es decir, mejora la digestión y gracias a las enzimas digestivas, los nutrientes llegan más procesados, eliminamos los procesos fermentativos.
Si tenemos perspectiva de realizar alguna comida copiosa, ¿sería bueno tener a mano un complemento con enzimas digestivas?
Está claro que, si de manera puntual, ya sabemos que vamos a tener una comilona que luego nos va a dar una mala tarde, podemos prevenir todos esos síntomas asociados a una digestión pesada (acidez, gases, hinchazón, pesadez…) aportando un extra de enzimas digestivas de acción rápida que nos ayuden a procesar mejor esa comida copiosa, de tal manera que hacer la digestión no nos suponga un calvario.
Pero cuando, por la causa que sea, ya tenemos un proceso de digestión pesada a nivel crónico, es decir, todo nos produce pesadez, acidez o gases, también deberíamos plantearnos el tomar un probiótico con enzimas durante un tiempo más o menos regular a fin de mejorar nuestra digestión enzimática, la biológica, y eliminar fermentación a largo plazo.